Desde hace
un tiempo la prensa ha resaltado ataques de perros a personas, que en algunos
casos terminan en tragedias. Hay razas
que tienen “mala prensa” ya que sus ataques son noticia, mientras que hechos
similares protagonizados por otras razas no se difunden. Generalmente se hace más hincapié en el
dramatismo del hecho que en las causas que lo originaron (condiciones en que
estaba criado el perro, perfil psicofísico del dueño, si estaba adiestrado para
atacar, el hábitat del animal, etc.).
En el
Instituto Pasteur la mayoría de las denuncias por mordeduras provienen de
perros mestizos.
Regulación por fenotipo: El fenotipo son las
características del animal (peso, color, temperamento) y es una expresión del
genotipo (material genético). Cuando se regula por el peso se suponen
peligrosos animales de más de 30
Kg . lo que es arbitrario ya que un labrador usado en
zooterapia seria “peligroso”. El análisis de la relación perro-humano debe ser
más profundo. La Federación Veterinaria
Europea afirma que no hay base científica que permita fijar parámetros físicos
que identifiquen a un perro peligroso antes de que cometa la agresión. Las medidas para prevenir las agresiones
deben ser adoptadas por los dueños. La educación de los propietarios debe ser
considerada en la legislación.
En fin el perro peligroso es el resultado de
una mala crianza y educación, y no tiene nada que ver con la raza.
¿Qué hacer? La legislación debe considerar:
·
Todos
los perros deben estar identificados.
·
Ninguna
norma puede señalar a una o varias razas como peligrosas ya que no hay
evidencias estadísticas al respecto.
·
Es
inaceptable que se fije la peligrosidad según el tamaño corporal.
·
Toda
norma debe aclarar que el dueño es el principal responsable.
·
Debe
establecerse un registro de adiestradores.
·
En
el caso de los perros callejeros la responsabilidad debe ser del municipio
María Tettenborn